La noche y yo tenemos un romance tóxico. En el día lejos estoy con mis pensamientos; deseo con ansias, en las noches, escuchar lo limpio que es el mundo, que se desvanece con el último rayo de sol. Ahí se asoma mi pasado, el silencio ya es incómodo, empieza el ruido en mi cabeza; mi felicidad falsa es reemplazada por una tristeza perpetua: mis ojos sollozan, la noche se vuelve tortura. Y el día se torna descanso, anhelado descanso. ¿Acaso, entre la noche y el día, un romance ideal me espera?
Fanny Melissa Burbano H
Sección 10:01 Académico
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