Y en esas noches de tortura
tus cálidas manos se han extendido a mi
mostrándose a través de las nubes
como las únicas salvadoras de4 esta alma envuelta en pena.
Y es así como eres tú
solo tú, mi diosa,
el único portal que tengo
a la felicidad.
Y es así como soy yo
solo yo, un humano
tu único castigo
tu única condena
y el único puente
que te permite viajar
a lo infernal de este lugar.
Y es gracias a nuestros privilegiados viajes astrales
que solo nos basta un poco de clamor
para que estemos los dos
abrigándonos
en esas noches ardientes
donde todo parece ser dolor.
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