En memoria

DISCURSOS  EN MEMORIA DE MONICA  INÉS FIGUEROA R.

Nuestra querida profesora Mónica fue una persona excepcional. La verdad no es fácil encontrar las palabras adecuadas en momentos como estos, pero quiero rendir homenaje a quien ha sido una guía y una fuente de inspiración para muchos de nosotros.

En lo personal, ella me enseñó no solo cosas académicas, sino también lecciones de vida. Con su dedicación y pasión por la enseñanza, siempre supo cómo hacer que cada lección fuera memorable• Pero más allá del conocimiento que compartía cada día en el salón, fue su manera de ver la vida lo que dejó una huella imborrable en mí. Siempre fue muy amable y bondadosa, muy alegre y comprensiva, e igualmente tenía su carácter y siempre se hizo respetar. Lastimosamente no pude compartir mucho tiempo con ella, aun así, recuerdo que en un tiempo que no me daba clase, siempre fue muy alegre y nos saludábamos y hablábamos de vez en cuando, y ya en este año que tuve la suerte de que fuera mi profesora siempre pude contar con su apoyo y sabiduría, siempre mostraba una felicidad única, hasta cuando nos ganábamos nuestros regaños estaba sonriendo, una sonrisa tan verdadera que trasmitía una paz inexplicable, al igual cuando nos ayudaba en los temas que uno no entendía.

La lección más importante que siempre demostró es que no importa el lugar o la situación, siempre tenemos que dejar ver la mejor versión de nosotros mismos. Su amabilidad, su paciencia con sus alumnos, y su optimismo nos enseñaron que la grandeza se encuentra en los pequeños actos de bondad y en la perseverancia frente a las situaciones de vida.

Recuerdo con cariño tantas ocasiones en las que su sabiduría iba más allá; ella sabía cómo llegar al corazón de cada uno de sus estudiantes, ofreciéndonos no solo educación, sino también comprensión y apoyo. Su memoria no solo está en el conocimiento que compartió, sino en la manera en que nos ayudó a creer en nosotros mismos y a luchar por ser mejores personas.

Siempre fue muy agradecida, y recuerdo con demasiada felicidad que el día de la mujer le dejé una rosa blanca con un mensaje que decía feliz día mujer, aunque fue un detalle pequeño, lo hice con la mejor intención del mundo, para poder mejorarle el día, pero nunca imaginé que le mejoraría semanas, ya que siempre que entraba a sus clases me decía que la rosa se ponía cada vez más hermosa, que sus pétalos se abrían y no se marchitaba,  siempre me recalcaba que le había encantado mi regalo.

Aunque su partida nos deja con un profundo vacío, su espíritu y sus enseñanzas vivirán en cada uno de nosotros. La mejor manera de honrar su memoria es seguir practicando las valiosas lecciones de vida que nos dejó, mostrando siempre nuestra mejor versión y extendiendo la bondad y el amor que ella nos ofreció.

Que nuestra querida profesora descanse en paz. Su impacto perdurará en nuestras vidas y su luz continuará guiándonos. Mis más sinceras condolencias a su familia y a todos aquellos que tuvieron la dicha de conocerla.

Estudiante, Samantha Sánchez 11-01