“PALABRAS” UN PUENTE AL ALMA

Por lo general decimos: “Los libros son poder, son conocimiento…” pero las palabras (no solo las escritas) tienen el poder suficiente para ser un puente directo al alma.

Desde muy niño he sido el tipo de persona que le gusta que le hablen claro, por mas duras, crueles, difíciles o complicadas que sean de asimilar las palabras; es mejor hablar claro, sin mentir; pues las palabras tienen el poder de transmitir mil y un sentimiento.

El ser humano se ha destacado siempre por innovar en formas para expresarse y comunicarse, más sin embargo se debe tener en cuenta que las palabras son un arma de doble filo, como lo decía Aldous Huxley: “Las palabras pueden ser como los rayos X, si se usan apropiadamente, atraviesan todo”. Claro, en el contexto original se entiende el todo usando las palabras apropiadas, pero en general, las palabras también pueden ser un arma letal.

Todos sabemos que nos encantan las palabras bonitas, los halagos… o como lo dicen algunos jóvenes “la parla”, pues nos encanta que nos mientan para no aceptar nuestra propia realidad.  Hay palabras que fascinan al oído y al subconsciente, como también hay palabras que odiamos que nos recalquen y otras muy aparte, que nos dolería que nos dijesen.

Todas las palabras se pueden asimilar, entender y aceptar; bien sea por una historia mal contada o por una cruda realidad, no solo debemos quedarnos con las “palabras bonitas” que nos encanta que nos digan para alimentar el ego; también aprendamos a aceptar las críticas constructivas, las dolencias de nuestras verdades, el cuento de nuestro pasado…

Solemos pensar que por que un amigo habla con nosotros y nos dice una verdad hiriente; es un mal amigo o nos quiere lastimar a propósito, cuando en realidad nos esta haciendo un favor, pues desde que alguien se atreva a decirnos las verdades de frente, es porque lo hace por nuestro bien.

También en el caso de relación de pareja, solemos pensar que si nuestra pareja nos comenta o expresa una incomodidad o inseguridad es porque ya no nos quiere o nos dejo de amar; pero en verdad es porque quiere lo mejor para los dos, para el/ella y la relación en general.  Lastimosamente, esta lección la aprendí de la peor forma posible, pues por no aceptar y no asumir las palabras de mi pareja, termine perdiendo a quién pudo ser el amor de mi vida; y lastimosamente ella falleció antes de poder decirle todo lo que sentía y cuando por fin acepte lo que me había dicho, ya era demasiado tarde.

Por eso reitero, aprendamos a construir un puente hacia el alma, un puente de palabras. Este consejo se los da una persona que no ha sido maltratada verbalmente por hablarle claro a los demás y así mismo me han pagado y me han dañado, pero lo acepto, pues reconozco el poder de las palabras.